Las colecciones de Museo Taller, actualmente abarcan las áreas de carpintería, impresión y textil, aun cuando hay conjuntos más pequeños que representan otros oficios, cuya intención es más bien complementar las ambientaciones del museo, pero también transformarse en las puntas de lanza de incipientes secciones de otros oficios.

La colección más relevante es la de herramientas antiguas de carpintería, cuya enorme variedad llega a alrededor de 3.000 piezas que transitan entre los siglos XIX y XX, y que representan a todas aquellas acciones necesarias para construir un objeto de carpintería y también la recreación de un antiguo taller, su disposición y las herramientas fundamentales que contenía.

Esta lógica de representar los procesos y etapas necesarios para construir un objeto, dio pie a los fundamentos de la museografía, así como a la selección y adquisición de nuevas colecciones. Es así que, una vez interesado por el mundo de la impresión y sus procesos productivos, Francisco Dittborn acopió una extensa cantidad de herramientas, maquinarias e insumos que tienen relación con el mundo de los antiguos talleres de impresión, mostrando los pasos necesarios para lograr la transmisión de ideas y conocimiento en un formato impreso, ya sea un libro, un periódico, un volante u otro, impreso directo al papel.

Lo mismo ha sucedido con el mundo textil; a la vez que se han investigado su historia, procesos y herramientas, se han ido adquiriendo y recibiendo en donación maquinarias y herramientas textiles que han permitido, a su vez, recrear antiguos talleres y conocer las distintas disciplinas del trabajo con fibras e hilos.

Importante es exponer que tanto en el área de carpintería, impresión y textil, se ha realizado un valioso trabajo de restauración de maquinarias y herramientas, dejándolas todas funcionales para que las visitan puedan vivir la experiencia de lo que era el trabajo manual en cada una de estas disciplinas y, a la vez, poder construir objetos relativos a cada oficio, especialmente diseñados por el área educativa y de contenidos del museo.

Nos apasiona pensar en la historia de cada una de las herramientas: quién las imaginó, quién las fabricó, con qué propósito se manufacturaron, quién las usó, qué trabajos hicieron, cómo lucían cuando nuevas... imaginar, también, las manos del maestro o la maestra que las usaron y pensar sobre todo, en dignificar su trabajo poniendo en valor estas antiguas piezas.

Asimismo, no tenemos dudas de que pronto llegarán nuevas maravillas que nos desvelarán nuevos oficios y saberes y que será nuestra misión darles un merecido lugar en Museo Taller.

Finalmente, nos parece especialmente importante considerar a nuestro Pequeño Gran Bosque como una colección más de Museo Taller, esta vez se trata de una colección viva, en constante desarrollo, que crece de manera orgánica y espontánea, que atrae a una enorme biodiversidad asociada y que se muestra plena y robusta en, quizás, el lugar más querido por quienes trabajamos y por quienes visitan Museo Taller.